Rompí la promesa que decía que este blog subiría una entrada por semana. Pero no me importa. Creo que muy poca gente se percató de este hecho. Ahora subiré un cuento (como hago casi siempre) y espero que les guste. Saludos a la NICOLE que me comentó la entrada anterior (No se llama nico a solas). Ya::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Dos caballeros, cansados de las incursiones amorosas de sus mujeres con cientos de personas, rompiendo las confianzas, se juntaron a jugar. Se juntaron a jugar porque también se gustaban, pero tenían miedo de declarase. Jugaban porque sus hijos mucho mas bacanes que ellos y los tenían olvidados. Y la última razón era por la cantidad muy numerosa de dinero que no tenían, que no querían tener pero que se lo debían a alguien.
El caballero 1 trajo la pistola, el caballero 2 trajo una bala, que por suerte le calzaba, le hacía al arma.
Se juntaron en una casa vacía, que era del caballero 3 que no estaba, porque salió de vacaciones con su familia. El caballero 3 tenía todo su hogar repleto de imágenes y fotografías con sus hijos, pero eran feos. Esteticamente se veía muy mal, la casa tapizada de imágenes mal capturadas y de enorme tamaño, como obligando a la gente que ve las fotos a pensar que son felices.
Los caballeros 1 y 2 no eran felices, lo habían dejado de ser hace unos meses y se juntaron a jugar la ruleta rusa (ese juego que hay sólo una bala para dos peronas y alguno morirá). El que se mantenía vivo podía relacionarse amorosamente con la mujer del muerto, ya que cuando eran jóvenes siempre les gustó la pareja del otro. Pero ese ya no era un buen premio. Ambos creían que el mejor premio sería la muerte.
Antes de empezar el juego, se sirvieron whisky con hielo y lo disfrutaron comentando el partido de anoche. En ese momento apareció el clima (que no es el caballero 4). Con nubes, lluvias y vientos se hizo presente en la escena. El caballero 2, luego de haber tomado tres vasos de whisky, le preguntó al clima si querñia participar y éste le dijo que sí. Entonces ahora eran tres los participantes del juego, pero el clima tenía una diferencia a los dos caballeros: Estaba sobrio.
El juego va a empezar y para determinar y para determinar a que perticipante se le dispararía primero, hicieron girar la pistola en la mesa y a quien apuntara sería el que empezaría. El caballero 1 hizo girar el arma y ésta apuntó a uno de los lados de la habitación, es decir, a ninguno de los dos caballeros. "le toca al clima", dijo el caballero 2. Él tomó la pistola y disparó hacia la ventana. La pistola no se activó.
Según las manecillas del reloj, le tocaría al caballero 1. Puso la pistola dentro de su boca y apretó el gatilllo rapidamente. No pasó nada. Ahora era el turno del caballero 2: Hizo los mismos movimientos que el caballero 1, pero mucho más tembloroso y sudado. Apretó con miedo y siguió con vida.
Era el turno del clima: Rapidamente el caballero 1 agarró el arma, disparó a la ventana, salió la bala, rompió el vidrio y siguió hacia el infinito. Paró de llover, se despejó y los caballeros seguían con problemas. O con más problemas.
sábado, 16 de mayo de 2009
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1 comentario:
muchas promesas se rompen, no importa
basta con querer enmendarlas, o ni siquiera, basta con querer.
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