sábado, 8 de marzo de 2008

Parecen de algodón

Aquí va un drama de un peluche. Nuevamente pido perdón por noi subir más entradas, pero poco a poco vamos a ir retomando la intensidad que alguna vez caracterizó a este blog. Aquí viene::::::::::::

Era un bonito otoño. Lleno de tonalidades café y de hojas que no querían ser barridas. Para barrer, llegó el turno de Carmen, que por primera vez en su vida tenía que ayudar a su familia en otoño. Recién cumplidos los sies años, ya era un niña grande, que podía sostener una pala o estirar una bolsa. Así, cada tres días, le ayudaba a su madre a tener la vereda limpia e impedir que los peatones se deleitaran pisando hojas crujientes.
Lamentablemente a Carmen le tocó barrer una hoja verde, que no cayó al piso por estar desteñida y vieja, sino que por alguna otra circunstancia de la época. Entonces la niña se asustó, luego se entristeció y con enojo se encerró en su pieza.
-Carmencita, ¿Qué te pasa mi amor?- Dijo su madre. -Es que algo está mal. Porque se están cayendo todas las hojas de los árboles y la jirafa que tenemos no va a poder comer.- Respondió la hija.
Su madre le replicó: "Ah, pero no importa, porque esa jirafa es de peluche." A lo que Carmen dijo: "Pero yo la vi moverse varias veces".
La mamá, algo preocupada y tristona, le respondió: "Es que los peluches ven moverse a los otros peluches. Pero no te preocupes, que el Carlos va a tener un hermano menor y ahi nos sacarán de esta caja oscura, en la que nunca llega el verano.