miércoles, 20 de febrero de 2008

Cómete un buen desayuno

Ahora un cuento. De lo más trágico, que a mi ya no me está gustando mucho este tema, pero yo sólo traspaso lo que está escrito en un papel a la computadora. Así que, adentro::::::::::::::::

Se despertó muy calmo y se miró al espejo. Pasó un buen rato grogui y luego se mojó la cara. no solo con agua, sino también con jabón. No se cepìlla los dientes y va hacia la cocina, en donde toma leche y come unas tostadas con manjar. Lee el periódico que titula así:
"HOY DESAPARECE LA RAZA HUMANA".
Prufundizando el tema, se enteró de que un libro que incita al suicidio había sido leído por todas las personas del mundo y dentro de cuatro horas, todas las personas se habrían tirado a un acantilado o tomado muchas pastillas.
Abrió la puerta de su casa y caminó hasta el paradero de buses. Esperó un buen rato y no apareció el vehículo que esperaba, así que se fue a buscar alguna forma de suicidarse. Las farmacias estaban llenas, largas filas en los techos de los rascacielos y narcotraficantes en medio de la calle vendiendo su mercancía.
Los parlamentarios, luego de varias discuciones de ética y política, llegaron al acuerdo de aprovar una ley para el suicidista:
-Las farmacias pueden vender sin receta.
-Todas las drogas son lícitas.
-Se deben regalar armas de fuego o blancas en las esquinas más transitadas.
-No es necesario que los escolares vayan a clases a partir de mañana.
-No hay límite de velocidad para transitar en automóvil ni menos leyes del tránsito.
-Los médicos deben evitar que la gente siga viva.
La persona que gobierna, a las doce del día, dará un discurso para aprovar la ley del suicidista,
también dirá que el PIB aumentó en un 2,5 porciento y se refirirá al calentamiento global mezclado con la delincuencia. Por último le pedirá a un terrorista que lo haga explotar.

El hombre siguió buscando un lugar adecuado para suicidarse, pero no encontro más que un muchacho, que le dijo: "Estoy asustado. No me leí el libro y no me quiero morir". Los dos caminaron hasta un bar. No había nadie exceptuando a ellos y le preguntó: "¿Has probado el alcohol?". El joven negó con la cabeza y le dieron a provar. Cuando ya estaban bien borrachos los dos, el chioco pregunta: "¿Por qué la gente se suicida? ¿Acaso no conocen el trago?". A lo que le responden: "Si lo conocen y lo han disfrutado como tu, pero tambien conocieron a un gran alcoholico que los hace matarse".
Caminaron hasta muy lejos, sin saber bien la razón de su próxima muerte.

Si vas a beber, pasa las llaves.

2 comentarios:

Antonieta dijo...

creo que de los ceuntos que te he leido ha sido el mas raro jajajajaja pero tambien con el que más me rei...

Suerte colegiales de una ex colegial

María Constanza dijo...

me gustó muchisimo
pura evolucion :)