Pucha, entre el mundial y fin de semestre... EXCUSAS. perdón le pido al blog por no renovarlo. Mal administrador =(. Aquí viene un cuento:::::::::::::::::::::::::::::::
Este era el típico joven que se sigue maravillando con cosas cotidianas, pero no expresa su felicidad en una risa o en un salto o en un abrazo, sino que se mantiene calmo hasta que llega a su casa y plasma lo vivido en una escritura que guarda para mostrársela en algún momento a una chiquilla que le paresca atractiva. Si le salía una espinilla no rabiaba, sólo intentaba despejarla de su cara y escribía sobre lo malo que era verse mal frente al espejo. Le sacaban una muela y no daba muestras de dolor, obtenía una mala nota y no le pegaba a la pared y escuchaba una canción mal hecha y no reconocía inmediatamente su desagradable sonido. Era un maldito frente a los que les gustaban los sentimientos más activos.
Entre esos momentos que el muchacho necesitaba escribirlos y dar su propia opinión de aquella exaltación, aparece uno que es particular de la temporada otoño-invierno, pero que lamentablemente para él es demasiado popular: Pisar hojas crujientes. Lo vivió cuando bien niño, pero ahora "más maduro" recapitula y encuentra de lo más que hay la sensación de aplastar la hoja muerta. Luego de la acción, se calma, respira, mira para el lado, da unos pocos pasos bien rápido, para luego continuar normalmente el camino hasta su casa, bien sereno, pero por dentro no hayaba la hora de llegar a su hogar y escribir la experiencia.
Pobre chiquillo, no sabe cuántos poemas se han escrito al respecto, hasta grupos de facebook existen, y él que depende de la exclusividad, de creer que nadie más ha sentido lo mismo, que andan todos preocupados de ganar plata, de sufrir un taco de automóviles, de alcanzar un posible negocio, de hablar de penes y vaginas entre los hombres y comentar equivocadamente de partidos de fútbol y de política. Siente que nadie más se preocupa de las cosas simples y que él está haciendo una revolución desde su escritorio y desde su lápiz bic. ¡Tengo noticia para ti, querubín! Mucha gente disfruta de esos momentos, a todos les gustaría correr por el parque junto a sus perros-mascotas, dar vueltas de carnero en una cama de dos plazas. Y yo creo que es mala noticia para ti, ya que querías ser el único en tu especie, creer que nadie más es tan vividor como tú. Te equivocaste, todos somos humanos como tú.
sábado, 26 de junio de 2010
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