En la última entrada del mes de George, alguien entra para robarse la película: Culer, quien tiene muchas anécdotas en su vida que aun no han sido contadas. Esta no es una de ellas. Disfruten, y no toquen el timbre si no están seguros de la dirección::::::::::::::::::
Culer se dedicó a pensar un rato después de tomar la once. Y se dió cuenta de que no tenía enemigos puntuales, no habían doctores desquiciados ni ladrones poseídos por algún químico. Todo parecía muy común y se perdía la dinámica típica del súperheroe, que tiene que arriesgar su vida a cada momento y estar a punto de caer al ácido una vez por semana. Por esta situación angustiante salió a caminar a la calle, a ver si podía ayudar a alguien: algún niño que lo molesten en la escuela o alguna señora estresada por no llegar a fin de mes. Solamente encontró un perro, que lo siguió, olfateando sus pies. Era café, con las orejas negras y de porte mediano.
Después de una hora caminando lo invitó a pasar. El perro y Culer pasaban la fría tarde invernal al lado de una estufa y se contaban cuentos de Aghata Ruiz de la Prada, independiente de si ésta haya escrito alguno.
Tres días después, Culer paseando con su nueva máscota, se encontraron con dos perros más, que eran amigos del café y querían ir a pasarla bien a la casa de Culer. Él accedió con gusto, y los tres animales caminaron alegremente al hogar, para pasar un buen rato con pelets y jugo de piña.
Culer se veía a gusto después de estos acontecimientos. Andaba relajado por ahí y ayudaba con más placer a los detectives y sacerdotes, para solucionar los problemas que aquejaba la gente. Y por la tarde jugaba con Café y una pelota e invitaba a los perros del barrio a chutear y morder cosas. En sólo dos semanas ya tenía más de ocho perros viviendo en su hogar, y parecía que mientras más perros eran, mejor se sentía. Fueron el hijo que nunca tuvo, el gato que no supo cuidar o las plantas que olvidó regar. Todos estaban encarnados en esos perros que hacían que su casa se llenara de vida.
Un diario tituló: "DESAPARECIERON PERROS DE UN BARRIO DE LA CAPITAL" "se investiga posible matanza de fuerzas policiales para evitar contagio de caca maligna".
Culer sabía lo que pasaba y fue a corroborar la información al periódico que malinformó lo sucedido. Al salir de su casa se encontró con un perro que escarbaba entre la basura para encontrar comida. El pobre estaba en los huesos. Culer le enseñó el camino a su casa, para que entrara en ella y solucionara sus problemas, pero George se negó. Sí, el perro hambriento era George, el perro rosado, que se quedó sin amigos luego que Culer los trasladara todos a su casa. George pensaba: "Que me voy a estar dejando domesticar por una custión que ni siquiera es humano, con comida mala y caca barrida con palita. La calle es donde yo vivo y estoy bien aquí"
Lamentablemente para George, su ego era más fuerte que su hambre y no cedió al tentador festín de huesos que se realizaba en la casa del frente, donde sus amigos se divertían y Culer volvía de hacer trámites. Antes de entrar a la casa, Culer se sienta al lado del perro rosado y le habla: "¿Qué pasa? ¿Por qué no vienes a comer comida de verdad y no sufrir rompiendo bolsas de basura? Si tus amigos están dentro, deberías estar con ellos ¿Son amigos tuyos, cierto?" George no creía de que la cosa que le hablaba fuera de confianza, pero le quedó en mente el problema de los amigos, dudando de tal clasificación, ya que nunca lo acompañaron en sus andanzas políticas. Luego dedujo que no eran amigos suyos, así que debía mudarse a otros barrios, hacer nuevos amigos y tener una vida de perros real, independiente de alguna domesticación. Quería hacerle saber eso a Culer, pero no encontraba como: "Guau guau guau", dijo, pero parece que no servía. Culer fue a su casa y volvió con comida para George, y se la dejó ahí, para que comiera, pero éste meó dentro del plato y dejó la comida inutilizable "¿Qué diablos te pasa? mal agradecido" dijo Culer, marchándose acto seguido. Después George se fue a otra parte de la ciudad, olvidando a sus "amigos".
Culer meditó un tiempo, se dio cuenta de lo sucedido y pensó: "No pude cambiar su postura. Me ganó".
jueves, 27 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
Un guau con más fuerza
Seguimos con la continuidad del mes de George. Esto va para hoy, un nuevo enigmaen la vida de un perro, que cada día y cada noche, es igual de rosado:::::::::::::::
Luego de llorarle al señor que cuida autos, me tiró unos diarios y con eso pude abrigarme y mantener el calor que escasea en los tiempos invierno-primavera. Me tiendo bajo una banca y el hombre amable me tira los diarios encima, siendo de gran ayuda para mi, que con el tiempo el pelo rosado (casi morado por la suciedad) pierde se habilidad abrigadora. Es difícil lograr el sueño; el frío y las bocinas con olor a alcohol no dejan concentrarse. Para eso existe contar ovejas o, en su defecto, leer el diario-frasada. Entre lo que encuentro, aparece la dificultad en la economía, disputas políticas, en fútbol Chile gana, empata o pierde, según por donde se lo mire y las modelos no saben si posar junto a un auto o un grifo. Y entre copuchas y opiniones bien menudas, aparece una noticia que llama la atención: "Perro pitbull es sacrificado por atacar a dueña de casa".
Antes de decir algo inapropiado, investigo sobre lo sucedido. Me levanto apresurado de mi "cama", se me quita el sueño y pienso que hay que hacer algo. Primero: ¿Qué es sacrificar? Tiene varias definiciones, pero la que me parece más acorde con lo sucedido es: "Poner a alguien o algo en algún riesgo o trabajo, abandonarlo a muerte, destrucción o daño, en provecho de un fin o interés que se estima de mayor importancia"
Me pareció injusto. ¿Es más importante la vida de un perro o una mordedura? Yo no atacaría a un humano por nada, al menos que esté enfermo (alias rabia) o que el humano me moleste y me saque de quicio. Ahí el ataque tendría una explicación racional. Y no habría excusa para matarme o para hacerme algún daño, ya que el daño hacia mi ya está hecho, cuando me molestaron con anterioridad. Ahora si quieren que el pitbull no les muerda nunca más, aléjenlo de su casa, llévenlo a un campo, a un lugar más sano para él, ya que no todos son mandados a hacer para la ciudad y no es culpa de ellos nacer musculosos y achorados y que humanos temerosos los ocupen para que los protejan.
Leyendo con más atención la noticia, me entero que al perro se le iba a dar murte por eutanasia, mañana por la mañana, en la vetarinaria del barrio. Antes de intentar llegar al lugar del futuro crimen, me doy cuenta que el periódico era del martes de la semana pasada. No pude hacer nada y no pude dormir nada.
Luego de llorarle al señor que cuida autos, me tiró unos diarios y con eso pude abrigarme y mantener el calor que escasea en los tiempos invierno-primavera. Me tiendo bajo una banca y el hombre amable me tira los diarios encima, siendo de gran ayuda para mi, que con el tiempo el pelo rosado (casi morado por la suciedad) pierde se habilidad abrigadora. Es difícil lograr el sueño; el frío y las bocinas con olor a alcohol no dejan concentrarse. Para eso existe contar ovejas o, en su defecto, leer el diario-frasada. Entre lo que encuentro, aparece la dificultad en la economía, disputas políticas, en fútbol Chile gana, empata o pierde, según por donde se lo mire y las modelos no saben si posar junto a un auto o un grifo. Y entre copuchas y opiniones bien menudas, aparece una noticia que llama la atención: "Perro pitbull es sacrificado por atacar a dueña de casa".
Antes de decir algo inapropiado, investigo sobre lo sucedido. Me levanto apresurado de mi "cama", se me quita el sueño y pienso que hay que hacer algo. Primero: ¿Qué es sacrificar? Tiene varias definiciones, pero la que me parece más acorde con lo sucedido es: "Poner a alguien o algo en algún riesgo o trabajo, abandonarlo a muerte, destrucción o daño, en provecho de un fin o interés que se estima de mayor importancia"
Me pareció injusto. ¿Es más importante la vida de un perro o una mordedura? Yo no atacaría a un humano por nada, al menos que esté enfermo (alias rabia) o que el humano me moleste y me saque de quicio. Ahí el ataque tendría una explicación racional. Y no habría excusa para matarme o para hacerme algún daño, ya que el daño hacia mi ya está hecho, cuando me molestaron con anterioridad. Ahora si quieren que el pitbull no les muerda nunca más, aléjenlo de su casa, llévenlo a un campo, a un lugar más sano para él, ya que no todos son mandados a hacer para la ciudad y no es culpa de ellos nacer musculosos y achorados y que humanos temerosos los ocupen para que los protejan.
Leyendo con más atención la noticia, me entero que al perro se le iba a dar murte por eutanasia, mañana por la mañana, en la vetarinaria del barrio. Antes de intentar llegar al lugar del futuro crimen, me doy cuenta que el periódico era del martes de la semana pasada. No pude hacer nada y no pude dormir nada.
jueves, 6 de agosto de 2009
Reportaje de George el perro rosado sobre un evento que nunca fue publicado en una revista
escrito por George, enviado especial.
Primero me llega la invitación a la casa y después la leo: "Hola GEORGE, usted ha sido invitado para participar en la XVII conferencia de perros exitosos para perros no tan exitosos..." La nota decía más cosas, incluso tenía una firma, pero no me interesó lo demás, sólo fui y hablé.
Una vez allá, me di cuenta que la importancia del evento estaba a la par de los premios TV grama, ya que los invitados a la conferencia sobrepasaron mis expectativas: Beethoven (el de la película Beethoven 4 y 5 solamente), Under dog, Cachupín, Cachupín 2, Cachupín 3, la tataranieta de Laica no reconocida, Droopy, Huckleberry Hound, un perro zorrón y el perro Hush Pupies entre otros. El tema más hablado fue la discriminación que sufren muchos perros al no ser de una raza establecida (alias quiltros), porque los humanos nos metieron esas cosas en la cabeza. Si ellos encuentran que los más lindos son los quiltros, a todos nos gustaría ser así. Y además como dependemos del hombre, tenemos que acomodarnos a los que ellos nos pidan. Nos piden ser de raza y uno se amonona, para verse tierno y todo, y sólo recibe comida y un paseo a la vuelta de la esquina de recompensa. Es por eso que yo me independicé, no ando esperando que me cuiden, hay que arreglárselas solo, ésa es la verdadera vida de perro. Después de decir eso algunos me aplaudiaron, otros me mostraron los dientes y un perro se puso a mear. La organización me agradeció el que haya ido y me ferlicitó, más que nada por generar debate y controversia, que eso hacía más importante la instancia. Me dieron un diploma, quedé invitado para la versión del próximo año que se realizará en Sofía, Bulgaria y me regalaron un saco de dormir, ya que la marca auspiciaba el evento. Lo mejor fue después cuando fuimos a tomar agua servida, con el Droopy, Cachupín 2 y la pariente de Laica, que estaba pa que más buena. George dijo presente.
Primero me llega la invitación a la casa y después la leo: "Hola GEORGE, usted ha sido invitado para participar en la XVII conferencia de perros exitosos para perros no tan exitosos..." La nota decía más cosas, incluso tenía una firma, pero no me interesó lo demás, sólo fui y hablé.
Una vez allá, me di cuenta que la importancia del evento estaba a la par de los premios TV grama, ya que los invitados a la conferencia sobrepasaron mis expectativas: Beethoven (el de la película Beethoven 4 y 5 solamente), Under dog, Cachupín, Cachupín 2, Cachupín 3, la tataranieta de Laica no reconocida, Droopy, Huckleberry Hound, un perro zorrón y el perro Hush Pupies entre otros. El tema más hablado fue la discriminación que sufren muchos perros al no ser de una raza establecida (alias quiltros), porque los humanos nos metieron esas cosas en la cabeza. Si ellos encuentran que los más lindos son los quiltros, a todos nos gustaría ser así. Y además como dependemos del hombre, tenemos que acomodarnos a los que ellos nos pidan. Nos piden ser de raza y uno se amonona, para verse tierno y todo, y sólo recibe comida y un paseo a la vuelta de la esquina de recompensa. Es por eso que yo me independicé, no ando esperando que me cuiden, hay que arreglárselas solo, ésa es la verdadera vida de perro. Después de decir eso algunos me aplaudiaron, otros me mostraron los dientes y un perro se puso a mear. La organización me agradeció el que haya ido y me ferlicitó, más que nada por generar debate y controversia, que eso hacía más importante la instancia. Me dieron un diploma, quedé invitado para la versión del próximo año que se realizará en Sofía, Bulgaria y me regalaron un saco de dormir, ya que la marca auspiciaba el evento. Lo mejor fue después cuando fuimos a tomar agua servida, con el Droopy, Cachupín 2 y la pariente de Laica, que estaba pa que más buena. George dijo presente.
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