viernes, 31 de julio de 2009

Las guaguas no hablan

Se viene agosto, mes de George. Me gustaría comunicarles algo más, pero no se me ocurre nada. Ahora un cuento:::::::::::::::::::::::::::::::::::

El bebé Antonio no hacia más que llorar. Entonces, lloraba y lloraba, en medio de su cuna y de sus juguetes que intentaban ponerlo cómodo. Pero no resultaba, ya que los problemas de Antonio iban más allá de cualquier regalo que pudieran hacerle. Calentamiento global, "¿Cómo será el mundo en veinte años más, cuando yo tenga 20? ¿Podré relacionarme perfectamnente con otras personas y conocer lugares hoy existentes? Quizás ya no estén y me los voy a perder. Que lástima estar en esta cuna, donde no puedo hacer nada por remediarlo". Obviamente es extraño que una guagua piense esas cosas, pero lamentablemente Antonio ya se había informado de lo terrible que podía ser su futuro y se las sufría desde ya.
Cuando lo visitaban los tíos, los abuelos y las amigas de su mamá, lo encontraban tierno y adorable, pero él se molestaba. Y pensaba: "Seguro deben tener muchos problemas y vienen a mi a sonreir un rato, a pasar las penas conmigo. Nunca me he mirado en un espejo, quizás soy demasiado hermoso y por eso me vienen a ver, para relajarse y saber que hay belleza en el mundo. La señora de pelos amarillos y negros es la que más viene. Debe tener algún problema, quizás nunca a tenido un hijo o los suyos salieron feos. Entonces viene a verme día por medio. La última vez me hice el dormido, para que no se acercara. Huele mal."
Su padre llegó un día a hacerle más cariño que nunca y Antonio se preguntó: "¿qué le pasa a este?" Luego de escuchar la conversación que tuvieron sus padres, se percató que había perdido se empleo. El enojo que tenía por el mal olor de las personas y el calentamiento global se transformo en pena y en una pregunta "¿Qué se hace en estos casos?".
Intentó hacer la pregunta una y otra vez, pero la voz no le salía. Ahí se dió cuenta que estaba equivocado "¿Cómo estoy pensando si no puedo hablar? ¿Cómo puedo establecer palabras en mi cerebro, si no las puedo pronunciar? ¿Como sé que esas palabras están correctas?" Antes de enfurecerse con su cerebro súperdotado, su padre fue a la pieza y le hizo muecas y lo balanceó. Inevitables eran las ganas de hacerse expresar y las palabras no salían de su boca. Antes de ponerse a llorar, su lengua pudo hacer un movimiento nunca antes logrado y apareció lo que esperó por semanas. Antonio dijo: "Papá".
"¡Tú primera palabra Antonio!"

2 comentarios:

Antonieta dijo...

jijijijijiji
Me dio como miedo la foto de la wawa jajajajajaja

Espero que la vida universitaria vaya muy bien contigo y te trate de manera agradable

Besos Suerte

Mariela Echeverría dijo...

ooooooooooh
debo decir que me encantó.
y que extrañaba mucho pasar por estos lugares.

nos veremos?
espero que sí! nada como conversar un buen rato con mi compañero de banco.