sábado, 21 de junio de 2008

Santiaguino de Santiago

Una vez participé en un concurso literario sobre mi ciudad. El resultado fueron estos tres minicuentos que les presento a continuación que reflejan en parte lo que ciento por mi querida ciudad capital:::::::::::::::::::::::

EL ENFERMEDAD

Uno de los tantos perros que hay en esta ciudad, intenta escapar de las múltiples enfermedades que agarran estos animalejos si no están bien cuidados. Corre por las veredas, entre el sudor, las sombras, las brisas y las lluvias. Un todo en uno, que intenta atrapar al can y dejarle la cagada en su organismo. Un azote de contaminación y estaría listo, pero no. Santiago lo cuidó y ahora vive de las casualidades del paseo ahumada.


UN ROJO

Lo esperé un rato y lo miré. Me captó y vino corriendo a mostrarme el siete. En uno de los tantos hoyos de la vida tropieza y cae. No lo miré y me lloró. La perfecta nota quedó manchada y mucho. Era lo máximo, pero poco a poco se fue transformando en rojo. Absorbiendo el líquido, los papeles quedaron manchados: Se sacó un rojo. Me mostró un rojo. Encierro en la pieza con mejillas hinchadas y pañuelo en la frente.
Me senté a tomar la once: pan; manteca; leche; nata; libreta de notas.


¿PARA QUE UN LIMBO?

“¿Para qué una casa? ¿Para qué una locomoción? ¿Para qué un cemento? ¿Para qué un centro? ¿Para qué una ciudad, si ya estoy muerto?”.- Para volver a vivir.- Me dijo un Dios. Y le pregunté: ¿Tu creí en la reencarnación?.- Me respondió: “Otra gente sufrirá con la civilización”.
Caminó, caminó y caminó mucho. Le habló a la gente que lo esperaba, firmó autógrafos y me miró: “Gran vida en la ciudad; popularidad en el cielo”. Sigo con la duda.-¿Puedo volver a la ciudad? –Anda a contaminarte, no te lo prohíbo, pero si andas malhumorado, un atropello te devolverá.

3 comentarios:

rosario dijo...

me gustó harto el 3º, siempre he pensado en participar en esos concursos de micro cuentos, siempre se me va el plazo

Antonieta dijo...

Tan wenos :)
Hace tiempo que pasaba por estos lugarsillos, veo que las cosas mucho no cambian y me parece, aún puedo reconocer a quien leo.

Un Bso
Suerte

María Constanza dijo...

Me gustó mucho el segundo
lamentable eso si