martes, 15 de noviembre de 2011

Catalina, la jirafa economista

"La economista ve números, números infamiliares, que no se reconocen a primera vista y que no te miran, no te dicen hola y no se hacen caca."

Ser economista significa saber pensar. Entonces nos encontramos con el caso de que hay una jirafa que sabe pensar, que sabe ser economista y entonces se da las potestades al respecto, las que cualquier cultura le da al economista del pueblo. El problema de Catalina es que no es la médico del pueblo, no es la abogada del pueblo ni es la almacenera del pueblo, sino que es la economista y se siente con un bajo perfil dentro de su pueblo, siente que no la valoran tanto como deberían, como lo hacen al médico o a la profesora.
¿En serio Catalina crees que te valoran menos que a una profesora?
"Por supuesto que me valoran menos. Las mamás llevan a sus crías a la escuela y métanle hablando con la profe, con la tía o con "la miss", vamos escribiendo comunicaciones y teniendo entrevistas personalizadas. Hay una relación de mucha afinidad, que nunca se da en las economistas como yo. En mi labor como economista no sólo mido el dinero, también las cosas no tangibles, como el cariño de una jirafa a otra. Eso sí te lo da ser pedagoga, hay mucho cariño familiar, que es muy importante. La economista ve números, números infamiliares, que no se reconocen a primera vista y que no te miran, no te dicen hola y no se hacen caca."
¿Usted se considera de las grandes pensadoras de su comunidad?
"Yo no te diría de las grandes, pero sí de las distintas. Las jirafas son como te las muestran en el animal planet, muy de estar ahí, comerse las ramas más altas y hacer cariño con el cuello. Yo no critico eso, para nada. Hacer cariño con el cuello es de los placeres más grandes, o sea de mucho amor. El amor es lo más grande. Y es inmedible. El problema que las jirafas no miden las cosas, y yo me dediqué a medirlas, no sólo con números, también con palabras. Les cambié el paradigma, antes hacían las cosas porque sí, o creían que las hacían porque sí. Yo les dije "no, ustedes hacen esto para lograr esto otro. Comámonos las ramas de arriba pa que los críos se coman las de abajo y así puedan sobrevivir". Ahí se dieron cuenta que por qué hacían lo que hacían. Ahora le dan una vuelta mas a cualquier acción, por eso no andamos a tontas y a locas."
¿En algún momento andaban a tontas y a locas? siempre vi a las jirafas muy pacíficas
"Es que lo mío a sido una revolución. Pero no lo partí yo, ojo. Vino de Inglaterra, pontenciado por Estados Unidos y simplificado por China. Me lo inculcó mi madre, que siempre fue muy inteligente para hacerme ver las cosas y su tiendita de repollos pasaba llena. ¿Cómo una tiendita de repollos acá en la comunidad de jirafas va a pasar llena? ¿Hay visto a las jirafas comer repollos? ¡Los compraban pero no para comerlos! los chuteban, se los ponían en la cabeza, se hacían trajes de repollo. Fue como el maní en Estados Unidos. O sea, de la nada nada, sacar algo y hacerlo ¡Bum!, pucha que es lindo"
Y volviendo a la valoración, ¿Sientes que no valoran a tu madre, por el hecho de vender repollos? o sea, ¿Cuál es la valoración que le dieron a tu madre por vender repollos, de innovar en algo que nunca se había hecho?
"Pucha la verdad es que la valoración fue súper baja. O sea, ya, están estupendos los repollos, lo pasamos chancho -imgínate, una jirafa pasándolo chancho- pero la jirafa común le queda en la cabeza las amigas, la costurera que le hizo el vestido de repollo, el juego dominical con la hija. No le importa de donde vino el repollo, le importa lo que hizo con él. Y la compra, el buenos días con mi mamá, no era parte de lo que la jirafa hizo con él, ¿Te das cuenta?"
Pero me dijiste que cambiaste el paradigma
"Sí, y a mucha honra. Partió con las señoras que se quedaban conversando con mi mamá, siguió conmigo conversando con las hijas de las señoras. Siguió con los libros que publiqué, siguió con el día a día, con la conversa al lado de los guarda parques. Les expliqué lo de costos y beneficios, lo de maximizar. Antes era todo un derroche, y les abrí la cabeza. Es un proceso largo, pero siento que las jirafas están dispuestas a cambiar.

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