"Ya, mira, se te puede caer un vaso de vidrio y se quiebra. Ya, eso le puede pasar a cualquiera. Incluso se te puede caer un plato, de estos que no son de plástico, que son de un material sensible, como cerámica. Ya, ése también se quiebra, y pucha que lata, pero bueno, eso le puede pasar a cualquiera también. Y ya, la típica del curao, que se la cae la botella de vidrio de cerveza, con cerveza adentro, y se quiebra y además se le desparrama la cerveza por todo el piso y queda todo hediondo y es bien catastrófico. Ya, si estai curao eso también te puede pasar. Es chistoso y todo, pero es probable que te pase. Pero lo que no te puede pasar es que se te caiga el refri, eso sería ya demasiado chistoso, único. Sólo a alguien muy torpe, demasiado torpe se le cae el refri. Yo en verdad me reiría todo el día del pobre cabro, es que imagínalo. Onda tendría que ser alguien no muy alto, más bien bajo de porte. Y con fuerza igual. Chico, pero con músculos y torpe. Tendría que sacar algo que dejaron arriba del refri, o algo que esté en el freezer. ¿Hai cachao que los freezers están arriba del refri? Ya po, tendría que sacar algo de allá arriba y como el tipo es chico, tendría que encaramarse arriba del refrigerador, pa sacar la cuestión del freezer. Y al ser fuerte el tipo, se encarama, sostiene bien el refri y se va con refri y too pa abajo y queda la pura cagá, jajaja, sería muy chistoso, yo creo que no me pararía de reir jamás. Y el estruendo, los yogures, la lechuga, el tipico platito con la mantequilla se haría mierda en el suelo y la mantequilla toda esparcía por el suelo. Sería brillante, digno de estas comedias, a lo Tres Chiflados."
"Sería divertido. Sí, lo sería, pero yo busco algo más. O sea, el mismo tipo medio bajo que decíai tú, también se puede encaramar de una estantería de supermercado porque no llega al producto que está más arriba y se la cae toda la estantería con los productos y puede quedar la cagá también. O sea, si nos ponemos a pensar en cosas en que el tipo bajo se pueda encaramar, podemos estar todo el día tirando ideas sobre caidas. Yo necesito un diálogo más chispiante, más innovador. Cosas que sean comunes, que se den en un contexto cotidiano, pero que sea raro que te pase. ¿Me entendí?"
"Ah, como el otro día que entré sin querer al estudio donde estaban filmando el reality y las minas métele tirarse el pelo. Y yo me quedé mirando porque es entretenido cuando las minas se tiran el pelo. Y yo miraba así bacán y se me ocurrió sacarles una foto. Pero no tenía cámara, entonces busqué a alguien que tuviera pa que me prestara. Y después me acordé que era un reality, entonces graban todo lo que pasa y siempre hay registro de lo que pasa, así que supuse que habría registro de eso y llegué a mi casa con la idea de ver el reality y ver a las minas tirándose el pelo. Y llego a mi casa y están mis dos hijas tirándose el pelo porque una le corchetió los pantalones a otra y la otra no se podía mover y se tiraban el pelo sin parar. Les quería sacar una foto pero no encontraba mi cámara por ninguna parte y cuando la pillé estaba sin batería, porque el día anterior había trabajado en la productora que produce estas películas porno y se me acabó la batería sacando fotos mientras tiraban los actores. Porque el Migue siempre me pide que saque fotos a esas weás y de ahí se las mando por mail. Pero también le tiro un copia a la señora del Migue, pa que se peleen. Es que es muy chistoso cuando pelean esos dos giles, se putean así a garabatos cuáticos hasta que el cabro chico que tienen interfiere. Una vez le tiró un skate al migue pa que dejaran de putiarse. Ah, ya po, se me acabó la batería, no sabía cómo grabar a estas niñas locas y me acordé que el ascensor del edificio tiene una cámara, de esas de vigilancia que graba en blanco y negro. Entonces le apreté el botón al ascensor y se abrió, eché a las chiquillas adentro y ¡pum!, todo grabado. El problema es que el ascensor estaba más o menos nomás, entonces se quedó pegado en el segundo piso y tuvimos que llamar a los bomberos para que abrieran la porquería de ascensor. Pero las niñas están bien"
miércoles, 23 de noviembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
Catalina, la jirafa economista
"La economista ve números, números infamiliares, que no se reconocen a primera vista y que no te miran, no te dicen hola y no se hacen caca."
Ser economista significa saber pensar. Entonces nos encontramos con el caso de que hay una jirafa que sabe pensar, que sabe ser economista y entonces se da las potestades al respecto, las que cualquier cultura le da al economista del pueblo. El problema de Catalina es que no es la médico del pueblo, no es la abogada del pueblo ni es la almacenera del pueblo, sino que es la economista y se siente con un bajo perfil dentro de su pueblo, siente que no la valoran tanto como deberían, como lo hacen al médico o a la profesora.
¿En serio Catalina crees que te valoran menos que a una profesora?
"Por supuesto que me valoran menos. Las mamás llevan a sus crías a la escuela y métanle hablando con la profe, con la tía o con "la miss", vamos escribiendo comunicaciones y teniendo entrevistas personalizadas. Hay una relación de mucha afinidad, que nunca se da en las economistas como yo. En mi labor como economista no sólo mido el dinero, también las cosas no tangibles, como el cariño de una jirafa a otra. Eso sí te lo da ser pedagoga, hay mucho cariño familiar, que es muy importante. La economista ve números, números infamiliares, que no se reconocen a primera vista y que no te miran, no te dicen hola y no se hacen caca."
¿Usted se considera de las grandes pensadoras de su comunidad?
"Yo no te diría de las grandes, pero sí de las distintas. Las jirafas son como te las muestran en el animal planet, muy de estar ahí, comerse las ramas más altas y hacer cariño con el cuello. Yo no critico eso, para nada. Hacer cariño con el cuello es de los placeres más grandes, o sea de mucho amor. El amor es lo más grande. Y es inmedible. El problema que las jirafas no miden las cosas, y yo me dediqué a medirlas, no sólo con números, también con palabras. Les cambié el paradigma, antes hacían las cosas porque sí, o creían que las hacían porque sí. Yo les dije "no, ustedes hacen esto para lograr esto otro. Comámonos las ramas de arriba pa que los críos se coman las de abajo y así puedan sobrevivir". Ahí se dieron cuenta que por qué hacían lo que hacían. Ahora le dan una vuelta mas a cualquier acción, por eso no andamos a tontas y a locas."
¿En algún momento andaban a tontas y a locas? siempre vi a las jirafas muy pacíficas
"Es que lo mío a sido una revolución. Pero no lo partí yo, ojo. Vino de Inglaterra, pontenciado por Estados Unidos y simplificado por China. Me lo inculcó mi madre, que siempre fue muy inteligente para hacerme ver las cosas y su tiendita de repollos pasaba llena. ¿Cómo una tiendita de repollos acá en la comunidad de jirafas va a pasar llena? ¿Hay visto a las jirafas comer repollos? ¡Los compraban pero no para comerlos! los chuteban, se los ponían en la cabeza, se hacían trajes de repollo. Fue como el maní en Estados Unidos. O sea, de la nada nada, sacar algo y hacerlo ¡Bum!, pucha que es lindo"
Y volviendo a la valoración, ¿Sientes que no valoran a tu madre, por el hecho de vender repollos? o sea, ¿Cuál es la valoración que le dieron a tu madre por vender repollos, de innovar en algo que nunca se había hecho?
"Pucha la verdad es que la valoración fue súper baja. O sea, ya, están estupendos los repollos, lo pasamos chancho -imgínate, una jirafa pasándolo chancho- pero la jirafa común le queda en la cabeza las amigas, la costurera que le hizo el vestido de repollo, el juego dominical con la hija. No le importa de donde vino el repollo, le importa lo que hizo con él. Y la compra, el buenos días con mi mamá, no era parte de lo que la jirafa hizo con él, ¿Te das cuenta?"
Pero me dijiste que cambiaste el paradigma
"Sí, y a mucha honra. Partió con las señoras que se quedaban conversando con mi mamá, siguió conmigo conversando con las hijas de las señoras. Siguió con los libros que publiqué, siguió con el día a día, con la conversa al lado de los guarda parques. Les expliqué lo de costos y beneficios, lo de maximizar. Antes era todo un derroche, y les abrí la cabeza. Es un proceso largo, pero siento que las jirafas están dispuestas a cambiar.
Ser economista significa saber pensar. Entonces nos encontramos con el caso de que hay una jirafa que sabe pensar, que sabe ser economista y entonces se da las potestades al respecto, las que cualquier cultura le da al economista del pueblo. El problema de Catalina es que no es la médico del pueblo, no es la abogada del pueblo ni es la almacenera del pueblo, sino que es la economista y se siente con un bajo perfil dentro de su pueblo, siente que no la valoran tanto como deberían, como lo hacen al médico o a la profesora.
¿En serio Catalina crees que te valoran menos que a una profesora?
"Por supuesto que me valoran menos. Las mamás llevan a sus crías a la escuela y métanle hablando con la profe, con la tía o con "la miss", vamos escribiendo comunicaciones y teniendo entrevistas personalizadas. Hay una relación de mucha afinidad, que nunca se da en las economistas como yo. En mi labor como economista no sólo mido el dinero, también las cosas no tangibles, como el cariño de una jirafa a otra. Eso sí te lo da ser pedagoga, hay mucho cariño familiar, que es muy importante. La economista ve números, números infamiliares, que no se reconocen a primera vista y que no te miran, no te dicen hola y no se hacen caca."
¿Usted se considera de las grandes pensadoras de su comunidad?
"Yo no te diría de las grandes, pero sí de las distintas. Las jirafas son como te las muestran en el animal planet, muy de estar ahí, comerse las ramas más altas y hacer cariño con el cuello. Yo no critico eso, para nada. Hacer cariño con el cuello es de los placeres más grandes, o sea de mucho amor. El amor es lo más grande. Y es inmedible. El problema que las jirafas no miden las cosas, y yo me dediqué a medirlas, no sólo con números, también con palabras. Les cambié el paradigma, antes hacían las cosas porque sí, o creían que las hacían porque sí. Yo les dije "no, ustedes hacen esto para lograr esto otro. Comámonos las ramas de arriba pa que los críos se coman las de abajo y así puedan sobrevivir". Ahí se dieron cuenta que por qué hacían lo que hacían. Ahora le dan una vuelta mas a cualquier acción, por eso no andamos a tontas y a locas."
¿En algún momento andaban a tontas y a locas? siempre vi a las jirafas muy pacíficas
"Es que lo mío a sido una revolución. Pero no lo partí yo, ojo. Vino de Inglaterra, pontenciado por Estados Unidos y simplificado por China. Me lo inculcó mi madre, que siempre fue muy inteligente para hacerme ver las cosas y su tiendita de repollos pasaba llena. ¿Cómo una tiendita de repollos acá en la comunidad de jirafas va a pasar llena? ¿Hay visto a las jirafas comer repollos? ¡Los compraban pero no para comerlos! los chuteban, se los ponían en la cabeza, se hacían trajes de repollo. Fue como el maní en Estados Unidos. O sea, de la nada nada, sacar algo y hacerlo ¡Bum!, pucha que es lindo"
Y volviendo a la valoración, ¿Sientes que no valoran a tu madre, por el hecho de vender repollos? o sea, ¿Cuál es la valoración que le dieron a tu madre por vender repollos, de innovar en algo que nunca se había hecho?
"Pucha la verdad es que la valoración fue súper baja. O sea, ya, están estupendos los repollos, lo pasamos chancho -imgínate, una jirafa pasándolo chancho- pero la jirafa común le queda en la cabeza las amigas, la costurera que le hizo el vestido de repollo, el juego dominical con la hija. No le importa de donde vino el repollo, le importa lo que hizo con él. Y la compra, el buenos días con mi mamá, no era parte de lo que la jirafa hizo con él, ¿Te das cuenta?"
Pero me dijiste que cambiaste el paradigma
"Sí, y a mucha honra. Partió con las señoras que se quedaban conversando con mi mamá, siguió conmigo conversando con las hijas de las señoras. Siguió con los libros que publiqué, siguió con el día a día, con la conversa al lado de los guarda parques. Les expliqué lo de costos y beneficios, lo de maximizar. Antes era todo un derroche, y les abrí la cabeza. Es un proceso largo, pero siento que las jirafas están dispuestas a cambiar.
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